Para empezar, os presento mi hermosa copa menstrual.
Me la enviaron desde MeLuna, (que envía a España y Latinoamérica), y durante todo el proceso,
Rolland Hallmaier [roland@copameluna.com], que es el hombre más amoroso de este mundo,
contestó a todas mis dudas y me fue asesorando.
Está fabricada con elastómero termoplástico medicinal, por lo que la pueden utilizar incluso chicas
con alergia al latex, y posee cuatro variedades de tamaño para adecuarse a cada mujer.
El tamaño de la copa debe hacerse atendiendo tres criterios:
·Si se ha tenido algún parto vaginal o no,
·Si se es menor o mayor de 30 años.
·Lo en forma que esté la mujer y su anatomía.
AQUÍ TE HACEN UN TEST PARA ELEGIR LA TUYA
·Lo en forma que esté la mujer y su anatomía.
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Hay diferentes acabados para que encontremos la forma de extraer la copa
que nos sea más sencilla (pezón, bola o anillo) y diferentes texturas:
más blandas por si tenemos la zona sensible, irritada o dañada,
normales y más duras indicadas para mujeres que tienen la
musculatura pélvica muy bien desarrollada.
musculatura pélvica muy bien desarrollada.
Aunque yo he hecho deporte con la normal y va de lujo.
Podemos elegir entre 7 colores.
Se puede usar a partir de la primera menstruación, como alternativa a las compresas y tampones, una oportunidad de dejar de dar pasta a multinacionales mafiosas que se dedican a meter productos tóxicos en nuestras vaginas mientras alardean de conseguir que nos haya dejado de oler el coño. A diferencia de los métodos tradicionales evita hongos, infecciones y el SST (síndrome del shock tóxico).
Por último el ahorro económico es brutal, ya que te puede durar hasta diez años.
Pero lo importante, ¿Cómo se usa?
Cuando vayamos a utilizarla tenemos que hervirla en agua durante 5 minutos (como podríamos hacer con la tetina de un biberón) para esterilizarla. Pero sólo la primera vez de nuestra menstruación a no ser que se caiga al suelo, el resto de las veces basta con aclararla con agua.
Ahora vamos con la colocación: Para introducirla de forma sencilla podemos lubricarla con algo de agua o con un poquito de lubricante, aunque no hace falta, y elegiremos la postura que nos resulte más comoda, la que hayamos utilizado para colocarnos un tampón, por ejemplo.
Hay varias formas de doblar la copa:
La primera por la mitad, que es la más típica.
Y en forma de triángulo que es la que más cómoda me ha resultado.
Y aquí os explican más.
El siguiente video detalla muy bien el proceso de colocación de la copa.
Como vemos, una vez introducida debemos esperar a que se despliegue y encontrar la ubicación que nos sea más cómoda, lo que iremos descubriendo con el tiempo. Si lo hacemos con cuidado es imposible lastimarnos y si está bien colocada o no, nos lo dice nuestro propio cuerpo (:
Al principio del uso de la copa, y hasta que nos habituemos a ella, la cambiaremos más o menos con la regularidad que hacíamos con los tampones, pero os aseguro que el intervalo será infinitamente mayor. Puede utilizarse durante un máximo de 12 horas sin ser cambiada.
Si está bien colocada y respetamos el tiempo de llenado nunca mancha.
Para vaciar la copa pinzaremos ligeramente el comienzo de la copa para quitar el vacío y la extraermos con cuidado. ¡Paciencia con esto! La experiencia hace maestras, ya le iremos cogiendo el truco!
Después vaciamos la regla donde queramos, en el lavavo o en la mazeta de una planta para regarla, y enjuagamos con agua. Los servicios públicos nos suelen tener un grifo dentro, por lo que es aconsejable llevar siempre una botellita de agua para aclararla.
Cuando nuestra regla haya acabado, volvemos a hervir la copa de luna en agua y la guardamos en una bolsita de algodón para que esté bien ventilada; con la copa te viene una pero es genial hacérnosla nosotras mismas. Es importante no emplear productos químicos de limpieza en nuestra copa para seguir protegiendo nuestra flora vaginal y porque no hacen ninguna falta.
Se pueden mantener relaciones sexuales con tranquilidad y si se quiera practicar
la penetración se extrae y después se vuelve a meter.
Espero haber aclarado todas las dudas y que todas nos animemos a utilizarla.
Hacernos conscientes del impacto ecológico que tiene a lo largo de nuestra vida
la cantidad de compresas y tampones, y apostar por una alternativa
ecológica, más barata y que además no daña nuestra flora vaginal.