martes, 6 de noviembre de 2012

analogías.

"El culo es el gran lugar de la injuria, del insulto. Como vemos en muchas expresiones cotidianas, la penetración anal como sujeto pasivo está en el centro del discurso social como lo horrible, lo malo, lo peor. Pero en la actualidad existen culturas que se han reapropiado de ese lugar abyecto y han sabido convertirlo en un lugar productivo y positivo.

(...)Su historia, sus valores, de cómo lo anal organiza los géneros y las sexualidades, y de cómo está atravesado por criterios de raza, de clase y de poder. Desde la compleja sexualidad anal en la Grecia Antigua hasta la crisis del sida, pasando por las cárceles, el bareback, Freud, las lesbianas butch, los sodomitas, Luis Aragonés, el fist fucking o los osos, este libro traza la genealogía de uno de los espacios menos explorados por la teoría, pero más transitados por la práctica: el espacio anal."
POR EL CULO. Políticas anales J. Sáez



El sexo anal es un placer que nos está prohibido a todas las personas. Es sucio, indecente, doloroso, homosexual, y poco divertido. De puertas para fuera ya nos lo sabemos, pero en la cama es otra historia: 
es el tabú que se rompe con mayor facilidad (y a mayor excitación).



Somos penetrables / no penetrables; asociando, por su puesto, las mujeres a las que son penetradas. Lo femenino, y en todo caso lo poco masculino, siempre es despreciable: a través del rechazo de esta práctica se perpetúa la repulsa de las mujeres y los valores machistas. Ser penetrable es ser sumiso, vulnerable, degradante y estar al servicio del penetrador, así entiendo el rechazo de los machos por abrir su agujero. 
Cuando defiendo el uso de los dildos, defiendo la empoderación de las mujeres a ser sujetos penetradores, a vivir ese papel y a quitar presiones y responsabilidades .


5 comentarios:

  1. Según Kat Banyard en The Equality Illusion, existen estudios de preferencias sexuales que muestran que a la gran mayoría de las mujeres no encuentran atractivo el sexo anal. Lo relaciona con la industria del porno, en la cual el 55,9% de escenas muestran este tipo de penetración (o sea, un montón).
    Un estudio de la International Communication Association (USA, 2007) de los DVDs porno más demandados concluyó que existe una gran demanda (por parte de hombres, se entiende -se estima que son el 96% de usuarios de porno en internet) de escenas pornograficas que incluyan a mujeres participando en actos sexuales que no suelen disfrutar/permitir en la vida real.
    El libro también muestra testimonios muy interesantes -y espeluznantes- sobre las consecuencias médicas que han sufrido aquellas actrices porno que lo han practicado asiduamente.

    A mí particularmente no me gusta nada; hubo una época en que le di varias oportunidades con mi pareja, sin presiones, con ganas de experimentar. Pero no. La penetración es imposible; la estimulación, por otra parte, está bien.
    Sin embargo, tengo amigas que han llegado a confesarse "enganchadas" a la penetración anal...

    Hay mucho que hablar sobre este tema aún... :)



    ResponderEliminar
  2. Un tema muy interesante-

    ResponderEliminar
  3. La verdad es que todas esas informaciones sobre consecuencias médicas provienen en mayor parte de universidades ligadas al catolicismo o al mismo poder religioso que se ejerce en muchos estudios universitarios para llegar a dónde de verdad quieren llegar: el sexo SOLAMENTE como reproducción.
    Para nada es una práctica que tenga efectos futuros nefastos, al contrario, estimular esa zona tanto en hombres como en mujeres supone un ejercicio de relajacion que va de lujo para la zona rectal.
    Mi pareja y yo disfrutamos del sexo anal con normalidad y con regularidad des de hace 9 años y nunca he tenido ningun tipo de molestia; al contrario, combinar el sexo anal con la masturbacion me ha llevado a los mayores orgasmos de mi vida.
    Cuando haya terminado mi licenciatura pienso hablar de ello y quitar esos tabúes impuestos por lobys conservadores.

    ResponderEliminar
  4. Tanto verso. "Cuando defiendo el uso de los dildos, defiendo la empoderación de las mujeres a ser sujetos penetradores, a vivir ese papel"/ Esto se llama envidia del pene y está escrito desde antes de que nacieras. La acidez de tus comentarios es útil para despertar las mentes estancadas respecto a los temas de género en la acción, no en la teoría como suele hacerse. Celebrable.

    Ahora bien, no se aprecia ni explícita ni implícitamente la diferencia entre la posición del típico macho y su subjetividad, con la tuya. Esto es: Eres una machista pseudo feminista que acuña, imita, el desprecio del macho hacia lo diferente a él y tienes la necesidad de igualar ese poder desmedido, no de construir una visión propia que acaso trascienda los niveles de la genitalidad.

    El dildo no es más que un pene de plástico que no tienes y que añoras y si no lo tienes el mundo no se va a acabar. El "poder" sobrepasa ese nivel, pero tu dependencia al sexo no te deja verlo. por un episodio por resolver en una de las etapas de tu niñez, que no menciono porque no quiero citar teorías positivistas.

    En todo caso bienvenida la libertad de expresión... responsable.

    ResponderEliminar