Todo hombre ha escondido, en algún momento, su polla entre las piernas, jugando con la ilusión de no tener ese apéndice corpóreo colgante que domina predomina muchos ámbitos. Sustentar ese poder fálico conlleva muchas cosas, y el deseo de ocultarlo, aunque sea unos segundos, es placentero, liberador.
Hay toda una técnica artesanal alrededor del arte de borrar tu pene; drags y trans la mejoran cada día. Se estira, gira y manipula, en ocasiones se emplea celo o cinta de embalar (sólo aconsejado si la piel está depilada y ya tienes experiencia), todo está previsto por la utilización de muchas: el sudor, una erección o las ganas de mear tras beberte un par de copas.
PARA PENES PEQUEÑOS Y SIN CIRCUNCIDAR
PARA PENES DE MÁS DE 15 cm
PARA CUALQUIER PENE
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